Queridísimos amigos
Deseo contarles un poco lo que estamos viviendo, los milagros cotidianos que Dios realiza en nuestras pobres vidas. Más voy adelante, más me doy cuenta que no merezco la Gracia y el privilegio de haber sido llamado “a servir” el Reino de Dios. Más camino…o mejor, trato de caminar, y más me doy cuenta de mi pobreza, de mi pequeñez, de mis incoherencias….pero todos los días les agradezco a Jesús y a María, que los siento cada vez más presentes y más vivos en mi vida. Es lo que me da la fuerza y la alegría de aceptarme, de quererme, antes de intentar querer a todos los niños, adolescentes y adultos que viven conmigo y a los que encuentro todos los días. ¡Mama mía! Cuántas veces en el día me encuentro pobre, que me “falta”…..infiel, egoísta, orgulloso….muchas veces… pero entonces recomienzo, me hago una corrida a la Capilla, pido perdón y pido fuerza para recomenzar. ¡Qué bello es recomenzar! Mientras escribo me viene a la mente la famosa canción de Gen: “Recomenzar es sentir que también en el dolor el Alma puede cantar y no detenerse….”
En estos días estamos viviendo momentos fuertes y profundos…..tanto de dolor como de alegría y consolación. Son momentos relacionados con las “emociones” y las experiencias que viven nuestros niños y adolescentes. A medida que van creciendo comprenden más en profundidad la “dimensión” del sufrimiento. Haber vivido el abandono, la miseria, el abuso…. los golpes…..Ven que hay niños que van a la escuela acompañados por sus padres mientras algunos de ellos reciben cartas de sus padres que están en la cárcel; otros descubren la vida real de sus padres, hermanos…..se vuelven a abrir las heridas, afloran los malos recuerdos, el sufrimiento vivido desde que estaban en el útero materno. Más allá de estos “grandes” sufrimientos, estaba pensando en estos días algunos otros que parecen menores, pero…. Un niño se cae de la bicicleta y se golpea….instintivamente corre donde la mamá para buscar consuelo; otro que se saca una mala nota en la escuela, o el que descubre que la chica que es “el amor de su vida” está abrazada con otro compañero...… ¿a quién se lo va a contar? ¿Dónde están su papá y su mamá? ¡No están aquí!
Cada uno vive el drama a su manera…..unos se hacen los locos, gritan, hacen cualquier desastre; alguno lo encontramos trepado en un árbol, otro escondido bajo la cama…..Los que hace más tiempo que están aquí buscan a la persona que vive con ellos….y entonces entramos nosotros en el “baile” …..confían, vienen a hablar con nosotros, buscan consuelo, consejo, aunque sea que los escuchen (lo que es precioso)…Continuamente le pido a Jesús y a María ser “digno” de esta gran responsabilidad, no desilusionar, ser coherente, ser verdadero, (nosotros educamos con la vida no con los sermones)…. La Comunidad me ha enseñado, Madre Elvira nos enseñó, que finalmente las únicas respuestas verdaderas, el único consuelo concreto y real sólo lo tiene Él: Jesús. Entonces, tratamos de llevarlos a Él, pero es un camino largo y a veces difícil. Mientras tanto vivimos con ellos todo el drama del sufrimiento y el abandono, de la orfandad, de no tener un papá y una mamá a tu lado, que te abrazan, te miman, que están cuando hace falta ¡¡finalmente son niños de uno, dos, tres, cinco, ocho años!!! ¡Tienen mucha necesidad de sus padres!
En estos días tenemos una adolescente, Denise, que fue internada de urgencia por una apendicitis y fue operada con riesgo de muerte. Los adultos de la casa habíamos decidido acompañarla con la Adoración nocturna. A las dos me levanté y fui directo a la Capilla. Me llevé una enorme sorpresa al encontrar la capilla llena de los niños y adolescentes. ¡Eran las dos de la madrugada! Y ellos estaban allí, en piyama, de rodillas rezando, cantando y pidiendo por la mejoría de su hermana Denise. Era muy hermoso escuchar la oración de los niños, me hubiera gustado grabarla, pero estoy seguro que quedaron grabadas en el corazón de Dios. En seguida le di gracias al Señor y pensé qué maravillosa es “nuestra familia”…..Cuántos amigos de verdad tiene Denise, cuántos amigos de verdad, que nos quieren concretamente, tenemos cada uno de nosotros que pertenecemos a la familia del Cenacolo, y cuántos tienen todos lo que pertenecen a la gran Familia de la Iglesia. ¡Muchos amigos más que en una familia “biológica”! En este momento aquí en Brasil se respira mucha desconfianza, rabia, desilusión. La Copa del Mundo abrió heridas y malestares de la realidad brasilera de millones de pobres.
Se sintieron estafados, siguieron los trabajos y los gastos millonarios para la construcción de los estadios y la infraestructura para recibir a los turistas, y después ellos, los pobres –que son muchísimos, la mayor parte de la población- deben esperar meses para una visita médica, se muere en los pasillos de los hospitales, las escuelas estatales son pésimas, hay un aumento impresionante de asaltos, secuestros, homicidios y consumo de drogas, la corrupción aumenta desmesuradamente y se está transformando en algo “normal”….Y nosotros lo vemos en pequeño: cada vez hay más niños, hasta recién nacidos, que necesitan ser recibidos . Han matado a sus padres, o están presos, o los abandonaron porque no saben cómo salir adelante. No es mi intención hacer política sino solo agradecer al Señor porque me eligió para trabajar en Su Reino.
Termino mi pequeña compartida agradeciendo a Dios por mi maravillosa esposa Paola que hace 20 años que me acompaña en esta bellísima aventura. Agradezco a Dios por los maravillosos 14 hijos que nos regaló. En estos días, los dos más grandes, Francesco y Stefano, están en Italia; fue una gran alegría escuchar a mis padres que están emocionados por su bondad, generosidad. Mi mamá me decía que por la mañana le ponen las medias a mi papá, que solo no puede, lo ayudan a vestirse y luego le preparan el desayuno. Mi mamá lo “pescó” a Francesco a la mañana temprano con el celular y cuando se acercó para ver qué hacía, vio que leía las lecturas del día. También yo me conmoví y con Paola agradecimos mucho a Jesús y María. Regreso al comienzo del mail diciendo que no merezco todo esto ¡pero mi fortuna es que Dios es inmensamente más Bueno y Misericordioso que yo! Aprovecho para comunicarles que el 4 de agosto Federico entra en el Hospital y el día 5 será operado del corazoncito.
Un fuerte abrazo,
Mauricio
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