El sábado 7 y domingo 8 de diciembre vivimos en Argentina dos jornadas plenas de alegría y festejo. El sábado festejamos en Pilar los 8 años de la Fraternidad Nuestra Señora de Luján y el domingo 8, Día de la Inmaculada Concepción, el festejo fue en Mercedes, la Fraternidad Divina Providencia cumplió un año. Gracias a Dios nos acompañó el tiempo: mucho calor y un cielo sin nubes. Desde temprano fue llegando gente, especialmente los padres y familiares de los jóvenes que están haciendo el camino. Llegó un pulman con mucha gente de la Patagonia, de las ciudades de Trelew, Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn y Río Grande. También por primera vez llegó un micro grande de Catamarca, otra provincia argentina, ya que hay varios jóvenes que están en las fraternidades. Siempre emociona el reencuentro de los jóvenes con sus familias, los abrazos, las lágrimas, pedidos de perdón en silencio… sonrisas, sorpresas. Esa jornada justo coincidía con un llamado al ayuno y oración que habían pedido los Obispos argentinos para denunciar y luchar contra la droga. La Comunidad decidió acompañar en este pedido y se realizó el ayuno hasta después de la Santa Misa ya que somos los primeros a los que nos incumbe. A mediodía, los jóvenes de la Comunidad sirvieron la focaccia y agua, fue una agradable novedad para los argentinos poco acostumbrados a esta sorpresa. El ayuno dio sus frutos porque había un clima de paz y alegría que ayudó a intensificar la oración. La jornada comenzó con la catequesis de Padre Michel, nos habló de Madre Elvira, del coraje que tuvo para dar ese “Sí” a Dios aunque no había estudiado, porque confió que verdaderamente fue Dios el que la había llamado para hacer algo a través de ella. Nos dijo que ese salto de fe también nos lo pide a cada uno de nosotros, ya que podemos ver que esta obra de Dios sigue creciendo y desarrollándose en estos 8 años, debemos confiar. Les dijo a los padres que el cambio que ven en sus hijos es obra de Dios, no del responsable o del sacerdote, es la presencia de Jesús Eucaristía lo que transforma esas vidas, es la oración. Atrevámonos a confiar nuestros hijos a Dios. Finalmente nos invitó a rezar, a poner nuestra confianza en Dios, sabemos que somos pobres pero somos sus elegidos y Él ya hizo mucho en nosotros. Siguió la Adoración Eucarística comunitaria que fue un momento fuerte donde el Padre pasó con el Santísimo Sacramento bendiciendo a cada uno, concluyendo con un fuerte abrazo de padres e hijos que se hizo extensivo a los jóvenes cuyos padres no estaban y terminó en una gran alegría y un gran abrazo. En Argentina, desde todos los rincones llegan muchos pedidos para abrir nuevas casas de la Comunidad Cenacolo, entonces Padre Michel nos propuso rezar también por eso y especialmente por la casa de las mujeres, que en este momento aparece como necesidad. Luego las canciones, danzas y testimonios. A la tarde llegó el Obispo de Zárate Campana, Monseñor Oscar Sarlinga para presidir la Santa Misa y realizar el Sacramento de la Confirmación a varios jóvenes. En la homilía retomó el tema de la Jornada de Ayuno y Oración que fue inspirada en la jornada del Papa por la Paz en Medio Oriente, pidiendo no sólo por los jóvenes que están luchando para salir sino también por la cadena de pecado que es el narcotráfico. Habló de la importancia de la Confirmación que tantas veces pasa desapercibida... Dijo: “Lo que mantiene un alma joven es el tener un motivo para vivir, y que, como nuestro motivo es eterno, siempre podremos mantenernos jóvenes”. La velada finalizó con un Recital preparado por los jóvenes de la Comunidad: “Dos historias de Amistad.” Entre canciones y bailes iba mostrando en paralelo a dos familias que estaban en camino e iban aprendiendo a confiar en la Comunidad. Se vio el esfuerzo en la decoración del escenario y la perfección de los movimientos actorales. Ya era entrada la noche y costaba irse, había sido un día intenso, lleno de emociones. Agradecemos mucho a la Comunidad que nos brinda esta posibilidad de aprender a rezar y tener presente al Señor en los momentos de alegría y también de oscuridad. Gracias a Madre Elvira, siempre presente en nuestros corazones! Album Album 2