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RETIRO PARA LOS PADRES DE LA PATAGONIA
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El último fin de semana de noviembre se realizó el Retiro para los padres de la Patagonia, en el sur de la Argentina. Son los padres de lejanas ciudades: Trelew, Comodoro Rivadavia, Puerto Madryn, cuyos hijos están haciendo el camino en la Comunidad Cenaculo. Los padres y hermanos también hacen el camino propuesto para las familias con alegría.
Era una multitud de personas que deseaban profundizar las enseñanzas de la Comunidad, cantar, bailar y hacerse amigos.
El marco era en la casa de Retiros Santa Margarita en Rawson, Chubut, en el típico paisaje patagónico.
Trabajamos la catequesis del Padre Andrea sobre la confianza, dividida en tres partes:
El coraje de confiar en Dios y en la Comunidad, Involucrarse en la Familia Cenacolo y Confiar en las decisiones de la Comunidad. Gracias a Dios estaba el Padre Eugenio que profundizó la catequesis diciendo que quizá el pecado original era el de la falta de confianza y que cada vez que confiábamos íbamos sanando esa herida original; discutir o cuestionar es lo que permite la entrada del mal. Es un gran aprendizaje para la vida, cómo la hace más sencilla. Aprender a confiar en las decisiones de la Comunidad que busca el bien de cada chico y de cada familia, lo que necesita en ese momento.
Pero lo más importante de este Retiro fue la oración, tuvimos varios momentos de Adoración personal en silencio y también Adoración comunitaria. Durante toda la noche del sábado hubo Adoración Eucarística continua a la vez que los sacerdotes estaban dispuestos para la Reconciliación. La capilla siempre estaba llena. Tuvimos el Rosario caminado todos los días y la Santa Misa. En las homilías el Padre Eugenio nos habló mucho de Madre Elvira: cómo es hoy y cómo era, también de su espiritualidad sencilla, concreta, de las pequeñas cosas, de la cruz y el sacrificio, pero siempre muy alegre.
Te damos gracias Señor porque nos das esta posibilidad de vivir la amistad en la fe, sin máscaras, justo a nosotros, los padres, que ya no sabíamos cómo tapar nuestras dificultades.
¡Gracias María que nos reuniste otra vez! ¡Gracias a la Comunidad que nos brinda esta posibilidad de una vida nueva!
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