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Encuentro de Jòvenes Mujeres

LA GRANDEZA DE SER MUJER

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El domingo 24 de noviembre se realizó el último encuentro del año para las esposas, hermanas, amigas, de los jóvenes de la Comunidad. Este grupo comenzó a caminar este año ya que iba aumentando el número de chicas que tienen alguien en la Comunidad y que quieren compartir su camino. Por la mañana se comenzó con el Rosario y luego compartimos una catequesis de Madre Elvira donde decía que nuestro modelo de mujer es María, su confianza, su humildad, su fragilidad, su fe, su disponibilidad al amor: todos pasos para descubrir nuestra grandeza. Cada una expresó lo que estaba viviendo en ese momento a la luz del carisma de la Comunidad. Luego tuvimos la Adoración Eucarística que fue el momento más fuerte. Tuvimos la gracia de compartir el encuentro con Padre Eugenio y al finalizar la adoración dio una bendición especial a cada una, rezando sobre ella, fue un gran signo de liberación y así lo vivimos todas, ya que al finalizar la Adoración, ninguna pudo moverse de su lugar, permaneciendo un rato en silenciosa oración, más de una con lágrimas en los ojos. Llegó la hora del almuerzo y luego  la sobremesa,  compartiendo nuestras vidas, ya que hay chicas que vienen de distintos lugares del país. El cierre del encuentro fue la Santa Misa celebrada por Padre Carlos y Padre Eugenio: el momento del encuentro con Jesús, que –como dijo Padre Eugenio- no nos puede dejar igual que como entramos, nuestro rostro tiene que mostrar la alegría de habernos encontrado con Dios. La alegría sí que estuvo presente y se manifestó en el entusiasmo de las danzas y los cantos. En la homilía el Padre Eugenio recordó que en la fiesta de Cristo Rey la Iglesia nos podría proponer un pasaje del Evangelio donde se mostrara el  poder de Jesús, pero no, nos muestra que el reinado de Jesús es la cruz. El momento de sufrimiento que está pasando, todos se burlan de Él, hasta el otro condenado. Pero Jesús nos muestra un acto de servicio sin igual: Él carga sobre sí todas las culpas, todas, nuestro pasado de pecado para liberarnos, para que nos acerquemos a Él y a la fe, para enseñarnos el servicio. Justamente al finalizar el Año de la Fe nos deseó a todas un crecimiento en la fe. Es muy lindo ver cómo la Comunidad va uniendo a las personas y generando una amistad entre las que no se conocían pero que hoy comparten lo más importante que tienen: la fe y una vida nueva.

¡Gracias por este día!

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