Queridísima Madre Elvira, Padre Stefano y todos ustedes “cenacolinos”
¡¡DAMOS GRACIAS A DIOS Y A LA VIRGEN POR TODO LO QUE HAN OBRADO EN ESTOS DIEZ AÑOS DE LA MISIÓN DE BAHÍA!!
Les vamos a contar un poquito cómo fue la fiesta de Bahía. Vivimos dos días muy intensos, llenos de alegría, de Espíritu Santo, de oración…y de muchos MILAGROS. Llegaron casi sesenta de nuestros jóvenes desde …todo el mundo, entre ellos nuestros queridos sacerdotes Padre Eugenio y Padre Massimo, nuestras queridas sor Claudia y sor Giuditta, jóvenes de Jaú, de Argentina, misioneros de Mogi, Andrea y Domenico con los niños de Perú, y muchos amigos de Italia, de Brasil y otros países. El viernes, durante los últimos preparativos, llovió muchísimo, por lo que nos costó preparar la fiesta pero nos enseñó a confiar más en la Divina Providencia. El mismo viernes tuvimos la posibilidad de conectarnos con Saluzzo para saludar a todos, especialmente a Madre Elvira y a muchos tíos y tías que pasaron por la misión Bahiana en estos años: ¡fue un bello momento, nos sentimos muy unidos a la Casa Madre y al corazón de nuestra familia del Cenacolo! El sábado a la mañana el cielo todavía estaba negro y ya se comenzaba a pensar en un programa alternativo para la fiesta….pero la Virgen sopló sobre las nubes y poco a poco, el cielo se abrió….y salió el sol. Todos pudimos contemplar un verdadero gran milagro, también gracias a nuestra querida “amiga en el cielo”, sor Dolores, quien tanto quiso y amó la misión de Bahía. Agradecemos a todos ustedes por la oración: ¡el Señor los escuchó! A la mañana tuvimos la Santa Misa, celebrada por nuestro queridísimo Obispo, S.E.R. Don Paulo Romeu, quien siempre tuvo mucho cariño a nuestra misión. Nos contó cómo vivió él estos diez años de amistad con nosotros, aprendiendo a conocernos muy bien: ¡muchas palabras conmovedoras y sinceras brotaron de su interior y movieron muchos corazones! A la tarde vivimos la Adoración Eucarística guiada por nuestros sacerdotes, agradecimos por todas las cosas bellas que sucedieron en estos diez años, recordamos a todos los niños y amigos que pasaron por la misión, muchos de ellos presentes en la fiesta. La Adoración fue un momento muy bello, se veían muchas personas conmovidas, tocadas por el bien que el Señor ha operado gracias a la Comunidad. Luego llegó el momento de los bailes preparados por los niños y los adolescentes y la jornada culminó con el recital de “El Hijo Pródigo”, interpretado por los niños de la misión. El domingo amaneció nublado, pero la lluvia no se hizo ver sino que un sol decididamente “bahiano” trajo un fuerte calor. Vivimos otra jornada bellísima, llena de alegría, también gracias a don Massimo, que en la Santa Misa que nos habló de la Comunidad, del estilo de vida que propone. Había mucha gente que no habían podido estar el día anterior y entonces, por la tarde, rezamos inmersos en la naturaleza, en procesión Eucarística detrás del Santísimo Sacramento, que pasó entre nosotros bendiciéndonos. Así, cada una de las personas presentes pudo sentir a Jesús cercano, pudo agradecerle y pedirle lo que llevaba en el corazón. Después de la Adoración, hubo bailes y testimonios y por la noche, se realizó otra vez “El Hijo Pródigo”. El milagro más grande fueron los dos días de sol: piensen que mientras bailaban la última danza del recital ¡comenzó a llover de nuevo! Agradecemos de corazón a todos ustedes por sus oraciones y por su amistad; agradecemos al Señor y a la Virgen porque nos dieron todo lo que necesitábamos. Esta mañana comenzaron las partidas y poco a poco todos retornaron a sus casas, a la carrera cotidiana, pero todos cambiados por la misericordia y el amor de Dios que recibimos en estos días. Muchos corazones se entregaron a otros en pequeños servicios y así se han enriquecido. Como dice nuestra Madre Elvira: “La fiesta no termina…continúa, todos los días”, cada instante tenemos que tener la alegría en el corazón por las maravillas que Dios hace por nosotros.
¡GRACIAS A TODOS!
La familia bahiana del Cenacolo
Album Fotografico
Imprimir esta página
|