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Este año, María nos llevó de regalo a la Certosa de Pesio para el encuentro de los “Misioneros – Siervos por Amor”. Para la ocasión estaba cubierta de nieve, lo que hacía el paisaje más bello y silencioso que de costumbre, tornándolo perfecto para rezar y meditar. Fueron días de oración intensa y de reflexión de la Palabra de Dios. Éramos muchos: 180 jóvenes provenientes de todas las fraternidades del mundo.
 El tema de este encuentro fue: “El camino de Pedro: qué puede hacer el hombre por Dios, qué puede Dios hacer de un hombre”. Gracias a las catequesis vimos que el camino de Pedro es el camino de cada uno de nosotros porque es el camino de la fe. Fue bello conocer más de su vida justo cuando la Iglesia está esperando al nuevo Papa.
El día comenzaba a las 7.30 rezando Laudes, luego el desayuno, Rosario caminando (también en la nieve) y la catequesis, en la que los sacerdotes nos iban enseñando los pasos de la fe de Pedro: su encuentro con Jesús, su llamada, su camino lleno de entusiasmo al comienzo y de voluntad de seguir al Maestro, las primeras dificultades y fatigas, la negación y su “resurrección”.
Luego de un momento de silencio y de reflexión, a las 11.00 se celebraba la Santa Misa. Por la tarde, a la Hora de la Divina Misericordia, hacíamos Adoración juntos. Más tarde compartíamos, el primer día en pequeños grupos, luego comunitariamente y varios hermanos compartieron sus experiencias, dificultades y crecimientos.
 El miércoles fue un día dedicado al arrepentimiento, a la confesión y a liberarse de los “compromisos”; cada uno escribió una carta en la que pedía perdón por sus errores. Por la tarde tuvimos la gran alegría de compartir la adoración con Madre Elvira, que vino a pesar de la nieve. Al finalizar la adoración le cantamos “¡Nosotros creemos gracias a ti!” en un momento muy conmovedor.
El viernes 8 de marzo era el aniversario de la entrada de Madre Elvira en el convento y también el Día de la mujer: Padre Stefano realizó una bella catequesis sobre el valor de la mujer y la importancia para nosotros de defender la vida. También vino Madre Elvira y participó de la Santa Misa. Pasamos con ella bellos y simples momentos entre canciones y fotos del grupo: Madre Elvira estaba muy contenta, nos saludó a uno por uno, nos daba caramelos y chocolates en un momento familiar.
El viernes a la noche hicimos un fogón agradeciendo a la Virgen por los momentos profundos que pasamos en la semana, rezando por todas las fraternidades del mundo. Al finalizar la procesión, quemamos las cartas de arrepentimiento que habíamos escrito.
 El sábado a la mañana, el Obispo de Saluzzo, S.E.R. Mons. Giuseppe Guerrini vino a celebrar la Santa Misa con nosotros donde les confió el “Ministerio del Lectorado” a tres hermanos consagrados en camino al sacerdocio: Peter, Jerome y Marco. A la tarde, Madre Elvira nos recibió en Pagno, en la Casa de Formación y le agradecimos por los días que nos regaló la Comunidad.
Fue una semana bella e importante en el camino personal. Agradecemos a Dios y le pedimos que nos haga más generosos y dóciles a Su voluntad, como el apóstol Pedro.
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