Finalmente, luego de cuatro años de espera, llegó el momento de abrir la casa de Fátima. Un grupo de doce jóvenes, llegados de distintas casas fueron invitados a darle vida a una nueva fraternidad del Cenacolo, cerca del santuario de Fátima y el día 27 de noviembre recibieron la bendición. Todo nació gracias a la amistad y a la fidelidad de un grupo de amigos, que luego de una peregrinación a Lourdes y a Medjugorjie, donde conocieron nuestra Comunidad, se entusiasmaron con nuestra realidad y tuvieron el deseo de llevarla a su país, a este lugar bendecido especialmente por la presencia de la Virgen. Agradecemos a Dios por el nacimiento de este nuevo “hijo” portugués y se lo encomendamos a ustedes para que recen y lo pongan bajo la protección de la Virgen de Fátima y de los tres pastorcitos. ¡Gracias!
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