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No hay palabras para expresar lo bella que estuvo la Fiesta de la Vida en Florida. En primer lugar fuimos bendecidos con el buen tiempo, un sol brillante y una suave brisa. ¡Simplemente perfecto! El viernes ya habíamos recibido 360 personas para el retiro de los padres y las familias y tuvimos la fortuna de tener al P. Stefano ¡El día anterior llegó desde Perú! El retiro para los padres y las familias fue un tiempo rico en catequesis, oración del Rosario, adoración y testimonios. ¡Casi todos participaron activamente en todo! El viernes a la tarde las chicas de la fraternidad Santa María Goretti realizaron un pequeño espectáculo de danza e hicieron bellos testimonios. ¡Fue muy lindo! El sábado llegaron más personas, incluso muchos ex que el viernes trabajaban. Casi todo el día transcurrió con las catequesis, Santa Misa, adoración, Rosario y testimonios. Como el día anterior, el P. Stefano hizo catequesis muy profundas y movilizantes sobre el corazón de la Comunidad, que consiste en una vida de fe y verdadera conversión. Habló de la diferencia de una vida sin la fe, que parece atractiva pero está vacía y una vida en la fe auténtica. Luego, guió la adoración Eucarística, acompañado por la bellísima música de nuestros Kim y Kara, que abrió nuestro corazón aún más al perdón y al amor de Jesús. Padre Stefano pasó en medio nuestro con el Santísimo por más de una hora y casi todas las familias permanecieron de rodillas. Durante todo el día se respiró un ambiente de paz. El sábado a la noche los jóvenes realizaron el recital: “Una esperanza que renace”, la historia de nuestra vida antes de la Comunidad y cómo es después de entrar en Comunidad. Mostraba la lucha entre los padres y el hijo que está en las tinieblas y algunos milagros de Jesús que reflejaban nuestra vida. Estaba bien hecho y muy realista, seguro que todas las familias presentes se encontraron en la historia. Había mucha gente para el recital. Muchos padres veían a su hijo o hija por primera vez desde que habían entrado, así que hubo muchos abrazos y lágrimas! El domingo fue otro día bellísimo, con un poco más de viento pero un clima ideal y comenzamos con algunos cantos alegres de la Comunidad para calentar el ambiente. Después hubo un breve racconto de la historia de la Comunidad en América y nos preparamos para la Adoración Eucarística. Fue increíble vivir una oración tan potente guiada por Padre Stefano. Dijo palabras de sanación muy conmovedoras para los padres, las hijas y los hijos. Rezó pidiendo a todos los maridos y mujeres que se abracen, después pidió a los padres y a los hijos que se abracen entre ellos. ¡Fue un momento fuerte de sanación y de emoción y pudimos sentir la fuerza de la oración que nos envolvía a cada uno! Luego hubo un clásico almuerzo americano, con hamburguesas, hot dog (panchos), sándwich de cerdo asado, bebidas ¡y mucha amistad! Fue el momento oportuno para visitar el ‘banchetto’, donde se vendían todo tipo de productos. La jornada siguió con algunas danzas de las chicas, testimonios de jóvenes y chicas de la Comunidad, hasta concluir el día y la Fiesta con la Santa Misa. Había llegado el momento de saludarse con abrazos, besos y lágrimas ¡esta vez de alegría! Deseo expresar mi agradecimiento a todos los que colaboraron para el retiro y para el festival, a los que se ocuparon de cocinar, de servir, preparar la lotería, vender en el ‘banchetto’, limpiar, mantener el orden, limpiar los baños y en la Providencia de música que nos guió en los momentos de oración. También los jóvenes de la Comunidad pusieron mucho tiempo y esfuerzo en los preparativos. ¡Le agradezco especialmente al Padre Stefano porque nos transmitió mucho Espíritu Santo a nosotros y a todos los presentes!
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