Sor Elvira regresó a su ciudad natal, la bonita ciudad de Sora, de 35.000 habitantes, en la provincia de Frosinone, región del “Lacio”. Fue recibida con los máximos honores civiles y religiosos y fue nombrada “ciudadana ilustre”. Es una ciudad feliz y orgullosa de esta hija y de la obra que a través de ella ha nacido. “Una “sorana” sierva por amor, testimonio de esperanza en el mundo”, decían los numerosos carteles colocados en la ciudad. El sábado 23 de septiembre fue recibida por las autoridades de la Junta Comunal y el obispo de la diócesis de Sora, Mons. Luca Brandolin, que en su discurso de bienvenida ha recordado cómo sólo el amor es el camino que salva. A las 18, en la parroquia San Pío de Pietralcina, fue la concelebración eucarística, con gran participación popular, durante la cual entregaron algunos regalos a sor Elvira entre los que estaba el Certificado de Bautismo original. Por la noche, los chicos de la Comunidad pusieron en escena el recital “Luz del mundo”delante de miles de personas presentes. Luego un grupo de jóvenes “soranos” cantaron y recitaron un himno a la vocación religiosa de sor Elvira que conmovió a todos los presentes. El domingo 24 de septiembre sor Elvira ha participado en la Santa Misa solemne en el santuario de María Santísima de Valleradice, testimoniando la gracia de su vida y de su experiencia. Le fueron entregados otros regalos típicos de su tierra y al finalizar fue leída su historia en dialecto “ciociaro”. Esta ha sido una ocasión de enorme alegría, tanto para Sor Elvira como para toda la ciudad de Sora, pues han agasajado a una hija célebre no sólo en Italia sino también en el resto del mundo. Con la fiesta de Sora ha concluido la gira de dos semanas que la Comunidad Cenáculo ha realizado por Italia con el recital “Luz del Mundo” y con los testimonios. El espectáculo fue presentado primero en Caserta, luego en Pompeya, delante del Santuario de la Virgen del Rosario con la participación del Obispo local y finalmente en Sora. Las 53 fraternidades de la Comunidad Cenáculo, desde Rusia a Buenos Aires, desde Croacia a México y Perú, desde Europa a Brasil y Estados Unidos, testimonian la fecundidad de este carisma que la humilde Elvira ha recibido de las manos de Dios y en el cual ha creído con coraje. La alegría de la resurrección de Cristo, su ardiente presencia en la divina Eucaristía, la intercesión continua de la Madre de Dios, tan amada en la Comunidad, son las fuentes de este camino educativo que involucra a jóvenes drogodependientes, familias, religiosos y religiosas que trabajan fraternalmente con un único objetivo: dar esperanza a quien la ha perdido, proclamando la belleza y la potencia de Cristo Nuestro Señor, única y verdadera medicina para la debilidad humana.
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