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3-7 de Agosto 2012
¡La Virgen sigue colmándonos de regalos! Después de habernos sonreído y escuchado, llamó a algunas de las hermanas para ir a Lourdes en la peregrinación anual de OFTAL, para hablarles al corazón. El miércoles primero de agosto partió la hermana Jennifer y algunas novicias, junto con P. Massimo , algunos hermanos consagrados, chicos y chicas de la Comunidad. En este grupo particular y variado en edad, origen y elección de vida, en seguida se estableció un clima de unidad, alegría y verdadera amistad. Recibimos y saludamos a los enfermos y a los peregrinos en la estación, antes de partir, cantando y bailando, para desearles a todos un buen viaje. El deseo de dar alegría y transmitir las ganas de vivir caracterizaron la peregrinación, desde la bendición a la comida, animada con cantos y gestos, hasta transportar a los enfermos para lo que necesitaran, siempre con las “antenas de la alegría” en la cabeza, hasta las canciones y los bailes realizados por las calles de Lourdes ante la mirada asombrada de la gente. Muchas cosas nos conmovieron y nos tocaron en lo más profundo, como ver que el sufrimiento de los enfermos vivido con fe ha cambiado sus vidas y generó frutos de paciencia, comprensión, alegría y ganas de vivir. Nos hizo reflexionar mucho, porque cuando uno va a realizar este servicio, se presume que vamos a dar algo, pero lo que se recibe es infinitamente mayor. El viernes tres de agosto participamos en la jornada de la reconciliación en la gran Basílica subterránea San Pío X, con la posibilidad de confesarse, un momento precioso para los enfermos que viven en casas de descanso y que no son acompañados espiritualmente. Por la tarde tuvimos el don de poder hacer el baño en las piscinas acompañando un enfermo. El sábado cuatro de agosto tuvimos la gracia de vivir un momento fuerte de oración, con la celebración de la Unción de los Enfermos en la iglesia Santa Bernardita, por la tarde asistimos a la Santa Misa celebrada por el Obispo de Cuneo en la Fraternidad masculina de Lourdes. A la noche comenzamos en la capilla de Accueil el Rosario nocturno, que lo animaron toda la noche los hermanos y hermanas. El domingo nosotras, las hermanas, visitamos las Fraternidades femeninas de la Comunidad, primero Bartres y luego Ade, para transmitir con bailes, cantos y testimonios la importancia de elegir la propia vida en compañía de María, y vivir la amistad en la verdad. Al finalizar el encuentro invocamos al Espíritu Santo sobre todas las chicas de la fraternidad. Al regresar a Accueil vivimos una jornada de fiesta para los enfermos, donde muchos bailaron, cantaron, compartieron sus dones para llevar un poco de alegría y cerramos la velada con un canto con gestos todos juntos. Gracias, María por todo lo que quisiste decir a nuestros corazones, por la alegría que vivimos en estos días y por todos los enfermos que conocimos; te los encomendamos y te agradecemos porque no te cansas de hablarnos. |
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