“No los llamo más siervos sino amigos - No hay amor más grande que dar la vida por los amigos” (Jn 15, 12-17)
Del 6 al 12 de mayo los hermanos consagrados y las Hermanas Misioneras de la Resurrección tuvieron un retiro espiritual en la Certosa de Pesio. El bellísimo paisaje de la Certosa, el silencio y la oración, nos ayudaron mucho a encontrar a Jesús y profundizar la amistad con Él. Justamente esta amistad fue el tema del retiro espiritual; las catequesis del P. Francesco y de nuestros sacerdotes nos mostraron el camino para ser cada vez más amigos de Jesús, haciendo la experiencia de San Pablo : ‘¡Para mí la vida es Cristo!’ Meditando algunas homilías del Santo Padre descubrimos la maravillosa profundidad de la amistad de Jesús con nosotros. Las catequesis nos hicieron entender que antes de nuestra vocación de consagrados, hemos sido llamados a la amistad verdadera con Él. Conocer cada vez más a Jesús nos lleva a comunicar Su amistad a los demás, porque “sólo en esta amistad se abren las puertas de la vida.” (Benedicto XVI) En estos días estuvimos muy unidos con toda la Comunidad porque sentimos la oración de nuestros hermanos y hermanas y también nosotros rezamos por ellos. En el silencio y en la oración comunitaria –rosario caminado, adoración - se fue creando un clima sereno entre nosotros que nos hizo ver la belleza de la Comunidad. Plenos de alegría y de gratitud regresamos a la vida cotidiana sabiendo que Jesús está con nosotros y nos forma a través de los hermanos y hermanas para que podamos llevar cada vez más el fruto de Su Amor. Agradecemos al Padre Frencesco y a los misioneros de la Consolata por habernos hospedado y agradecemos a nuestra Madre Elvira porque gracias a ella encontramos a Jesús, nuestro y ‘su’ mejor amigo. Gracias.
Los hermanos consagrados y las Hermanas Misioneras de la Resurrección
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