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Últimas noticias de Liberia

Misión Santa Josefina Bakhita
08 /04 / 2012-04-10


“HE VISTO AL SEÑOR” (Jn 20,18)

 Queridísima Madre Elvira, Padre Stefano y todos:
Jesús resucitó y nosotros de verdad lo hemos visto, encontrado, como la Magdalena le abrazamos los pies, para no dejarlo ir. Pero Él hoy nos manda a correr con el corazón lleno de alegría para decir al mundo entero que Él está vivo, presente en nuestras vidas ahora resucitadas, ¡¡con muchas ganas de entregarnos a todos!!!
Y aquí estamos, luego de otro mes intenso de vida y de nuevas amistades: el África es una tierra bellísima, por la maravillosa naturaleza, el sol cálido, los chaparrones que refrescan, por muchos ojos que nos observan, bocas que nos sonríen y saludan, pero también es una tierra que para poder entrar en su cultura, en su modo de pensar, en su lengua, te pide tiempo, nada es rápido, todo despacio, despacio.
Y este ‘despacio, despacio’, ya dio sus pequeños frutos, en confianza y amistad con los queridos vecinos: niños, ancianos, jóvenes madres que vienen a menudo a visitarnos o los que encontramos a lo largo del camino. Con rostro más sereno y contento nos saludan, o nos envían “mensajeros” que llegan con bananas, una papaya, un coco. . .muchos pequeños gestos que dicen mucho.
“No piensen que no hacen nada –nos dijo Sor María de la Consolata- lo están haciendo muy bien porque van entrando lentamente en esta aventura, jugando con los niños, estando con la gente, después verán que poco a poco Dios abrirá el camino y todo se verá más claro.”
Es verdad: en efecto parecería que el Señor está esperando el momento justo para abrir el camino, mientras tanto nos preparamos en todos los aspectos. La casa ya está terminada: pintada en amarillo, claro y oscuro…gracias a la empresa de pintura Rainer y Giorgio que montaron un super andamio de madera que llegó hasta el campanario y la cruz de la capilla. Ahora están excavando un buen pozo con pico y pala para hacer un nuevo pozo ciego.
Luego de 1000 intentos para hacer crecer flores finalmente encontramos la solución. . .así, sor Lucía llenó de flores la entrada de la casa, los macizos, y todo está quedando más armonioso y acogedor. . .¡¡pero igual siempre debemos luchar con las cabras golosas!!
Justo porque todo va “slowly, slowly” ( despacio-despacio en el inglés liberiano), Martin y Marc talaron un buen trecho de “foresta” donde hace más de 30 años se cultivaba y había una huerta grande: piensen que todavía están los viejos surcos bien altos con los canales de agua para riego. . .me olvidaba, aquí cuando hay que desmalezar usan un método muy eficaz: queman la hierba.
Pier y Glauco casi han terminado con la nueva despensa y el horno para el pan, falta el techo. . .pero antes de que comience la estación de la lluvia estará listo.
Fabricio se está especializando en la cocina liberiana, gracias a la cocinera de Padre Adrián que todos los jueves viene a enseñarnos un nuevo plato y la tiene “a raya” a Irena, para enseñarle a ser , además de una buena ama de casa, una buena cocinera. Estamos terminando de limpiar el garaje, luego de haber lijado y sacado el viejo piso se pintará. . . también comenzamos la huerta nueva, a mano con la pala removemos la tierra para prepararla antes de las lluvias.
Para estar a tono con el lema elegido para este año de camino , lo que verdaderamente está creciendo mucho es LA AMISTAD entre nosotros, con la gente del lugar y con nuevas personas que nos visitan o visitamos nosotros.
Ahora nos transformamos más allá de una misión en una bella casa de acogida: un domingo vinieron las CWO: organización de mujeres católicas de la parroquia del P. Adrián; venían a darnos la bienvenida y en seguida se ofrecieron para todo, dándonos su amistad y su simplicidad.
Luego de un testimonio y cantos, recibimos la nuez del recibimiento (una nuez amarga, roja, que se entrega como señal de bienvenida y que hay que masticarla).
El sábado vinieron los monaguillos del P. Adrián a pasar una jornada con nosotros: trabajando, rezando, comiendo juntos (descubrimos que la pasta a la italiana no les va mucho a los liberianos) , para finalizar, un partido de fútbol. . . Entre ellos, adolescentes de 12 a 19 años y una jovencita, Margareth, ella quedó tan contenta que en otra ocasión vino una mañana con su hermanita y con una bolsa donde traía la ropa de trabajo para ayudarnos y estar con nosotros.
Otro sábado, tuvimos el “honor” de tener aquí el coro de la parroquia de Padre Adrián: también con ellos, luego de realizar unos trabajos sencillos por la mañana, almorzamos comida liberiana, preparada por la directora del coro, Linda, junto a otras chicas, que cuando entraron en la cocina le dijeron a Fabrizio: ¡hoy tú descansas, cocinamos nosotras!!! Por la tarde hicieron las pruebas de canto: sus voces se escuchaban de lejos y fue un regalo para nosotros el empeño, el amor y la fuerza con que alababan al Señor.
Más allá de recibir tanta gente, también nosotros fuimos recibidos muy bien en varios lugares donde la Providencia nos llevó en estos meses. Un domingo fuimos a la misión del veterano de los misioneros en Liberia, nuestro queridísimo Padre Gary, que hace 40 años que está en esta tierra. En su misión hay de todo, pero para nosotros fue especial el encuentro con un grupo de jóvenes sordomudos, casi todos por la quinina, una medicina contra la malaria que los había afectado de niños. Fue muy especial estar con ellos, bastaba un simple gesto de nuestras canciones para que ellos se encendieran, bailaban, reían y nos enseñaban su lenguaje de gestos.
Algunos de nosotros tuvieron el regalo de ir a VOA (Voz de América) un edificio abandonado de una ex radio/ tv norteamericana que huyeron durante la guerra. Hoy es un campo de refugiados de Sierra Leona, con muchas barracas y muchos, muchos niños, casi todos desnutridos o con bajo peso. Por eso una querida amiga nuestra, Angelina, también ella ex refugiada, va todos los sábados junto con otras mujeres, a preparar la comida para 250 niños, los más débiles. Luego de un bello momento de oración donde cada niño cerraba los ojos, unía las manos y decía las oraciones de memoria, se pusieron en una larga fila, desde el más pequeño al más grande, con una escudilla, un plato, una cacerola, para comer. . .y nosotros hicimos el servicio con un gran cucharón para llenar bien sus “platos” con arroz, carne, verdura. . .
Después fuimos a las escuelas, San Gabriel y San Pablo, a dar testimonio, cantar, bailar. . .era interesante ver qué atentos estaban a lo que contábamos, con los ojos desmesurados y la boca abierta, no volaba una mosca. . . recordando los detalles y no terminaban más de pedir el bis de los cantos, regresaban a las clases canturreando el estribillo. . .digo ‘clase’ pero en realidad no es una verdadera escuela sino una habitación destinada a escuela, donde los niños, apretados, se dividen en dos turnos, mañana y tarde.
San José, el día de su santo, nos ayudó a vivir una bellísima jornada de juegos con nuestros queridos vecinitos. Luego del almuerzo los fuimos a buscar a las distintas casas, tranquilizando a los padres que después los llevaríamos de vuelta. . .y jugamos a la carretilla, carreras, tirar de la cuerda, carreras de embolsados. . .todo con mucho movimiento porque ellos no saben estar quietos. Hasta los más dormidos se “despertaron” y sacaron toda su energía para hacer que su equipo ganara . . .desde aquel día a menudo por la tarde encontramos una linda banda que llega para jugar y estar con nosotros. ..
¡Viva San José. . .qué providencia que son los niños!
Llegamos al final. . .del e-mail y . . .de la Cuaresma. En esta Semana Santa tuvimos el don de participar en la Santa Misa Crismal, junto a nuestro Obispo y todos los sacerdotes y religiosos de nuestra diócesis: fue una hermosa celebración. En la homilía, el Obispo nos presentó diciendo quiénes éramos y de dónde veníamos. . .y mientras hablaba nos miraba y sonreía, contento de que estuviéramos allí.
Al finalizar fuimos todos a cenar con él y nos prometió que se haría un tiempo para venir a la casa. Esta cena fue una oportunidad para conocer muchos, muchos nuevos amigos y para reencontrar a los “viejos”: todos nos manifestaron su deseo de venir a visitarnos después de la Pascua, así que comenzaremos desde ahora a prepararnos porque serán muchos. . .¡QUÉ DON!!!
Esta noche, Jueves Santo, representaremos la Última Cena, el lavatorio de los pies y la traición de Judas; además de nuestros jóvenes (sólo 7) se unieron los jóvenes del Padre Adrián y dos queridos amigos parroquianos. . .contentísimos de participar. Le dieron un toque africano a la vida de Jesús.
Mañana, Viernes Santo, haremos el Via Crucis en una parroquia cercana, San Pablo, cuyo párroco, Padre Patrik, nos invitó con mucho entusiasmo: así podremos entrar un poco más en la cultura y en la fe de este pueblo.
Escribimos por adelantado. . .porque también las líneas como la vida liberiana, van . .despacio, despacio. ..pero no queríamos dejar de vivir con ustedes la alegría de cantar a todos que:

¡¡CRISTO RESUCITÓ!!!

Una alegre y Santa Pascua para todos ustedes, gracias, gracias por sus oraciones: en todo lo que vivimos se siente la fuerza de la unidad de sus oraciones.
Los queremos mucho. . .¡unidos a ustedes en la alegría!

La familia de la Comunidad Cenacolo Liberiana - Africana

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