Villa Salvador, 17 de abril de 2011
Queridísimas hermanas, queridos todos, ¡Gracias por sus oraciones! Vivimos un hermoso momento de alegría el sábado dieciséis de abril festejando el sexto aniversario de nuestra misión en Perú, en Villa Salvador. Invitamos a muchos amigos que nos conocen, a los vecinos, a todos los que ayudan de diversas maneras, algunos con los trabajos de la casa, otros con los documentos, otros con lo que se relaciona con los niños, y además sacerdotes y hermanas y otras comunidades amigas, como la de Villaregia, “Caritas felices”. . .Preparamos la casa con anticipación para recibir con ánimo de fiesta. Llegó mucha gente para la Santa Misa que abrió la tarde de fiesta. La celebró nuestro muy querido Padre Simón junto a los sacerdotes responsables de la Comunidad de Villaregia. Luego de la Misa hicimos la representación del Evangelio de la Samaritana, de la multiplicación de los panes y del encuentro de Jesús con la mujer adúltera, participamos todos los de la casa más algunos niños, tíos y tías de la fraternidad “Rayo de luz”. Después, nosotras, las hermanas, con los niños mayores bailamos “La vida es un carnaval”. Verdaderamente estaban todos asombrados, porque aquí es una canción muy conocida y era una sorpresa ver que la bailaban las hermanas. Luego de una pausa para “compartir”, preparado en el comedor y todos elogiaron nuestro menú. . .tanto que no quedó nada; nuestras tías bailaron su baile peruano con vestidos típicos, luego vimos el recital de “El hijo pródigo” proyectado en una gran pantalla que nos prestaron en la parroquia. En varios lugares de la casa expusimos muchas fotos que contaban toda la historia de estos años, muchas caras, muchas vidas resucitadas, muchos niños que ya son grandecitos. . .hasta nuestros días. También tuvimos la gratísima sorpresa de recibir a nuestro amigo, Monseñor Paci, que en cuanto pudo, se liberó de sus muchas obligaciones y escapó hacia nosotros. Nos dejaron muchísima providencia: la gente que nos conoce y nos quiere bien tiene un corazón generoso. Por la noche nos pusimos a trabajar todos para desmontar, limpiar y ordenar la casa porque mañana es . . .otro día de vida intensa con los niños. Con el corazón lleno de alegría cenamos todos juntos, llevando en el corazón la fuerza de haber regalado con nuestra simplicidad a mucha gente una hermosa tarde . ¡Los queremos mucho! Un abrazo de cada una de nosotras, con la alegría de caminar esta semana con Jesús que entrega su vida por amor.
Hermanas Misioneras de la Resurrección - Perú
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