El sábado 18 de diciembre, en la Iglesia de San Ignacio de Loyola, en Roma, Madre Elvira recibió el Premio Internacional a la Bondad del Comité de la Cruz, que reconoció en la obra del Cenacolo una propuesta cristiana de redención para la vida de muchos jóvenes.
Madre Elvira, asombrada por la solemnidad de la ceremonia oficial de la entrega del premio, en la que estaban importantes autoridades civiles y religiosas, tuvo una pequeña intervención en la que ella “asombró” a los presentes con palabras simples surgidas del corazón, remarcando que no había hecho nada, y que desde el principio había Otro que hacía a través suyo; ella sólo lo siguió con estupor y generosidad, contemplando el milagro del amor de Dios por los jóvenes.
Muchos de los presentes se conmovieron al escuchar estas palabras simples pero verdaderas, y al reconocer en la historia de Madre Elvira la mano de Dios.
La presencia de Su Eminencia, el Cardenal Comastri, quien le entregó el premio a Madre Elvira, y de Su Eminencia el Cardenal Marchisano, amigos de nuestra Comunidad, hicieron un momento rico en presencia de Dios.
Muchas otras personas fueron premiadas por su servicio en otros campos sociales y humanitarios y un bello coro de niños nos regaló cantos maravillosos que llenaron nuestro corazón de gracia y agradecimiento.
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