PEREGRINACION A MEDJUGORJE DE LOS PADRES
Nos reunimos cerca de doscientas personas, padres y amigos de la Comunidad, para vivir tres días muy intensos bajo la mirada de María en Medjugorje. Acompañados con mucha paciencia y amor por nuestros sacerdotes, pudimos acercarnos un poco más a nuestra Madre del Cielo. . . El Sacramento de la Reconciliación, los mensajes de la Virgen, que fueron marcando el ritmo de nuestra ascensión al Podbordo y luego durante el Vía Crucis en el Krizevac.
Fueron momentos de oración que nos tocaron el corazón, en nuestras debilidades y fragilidades, pero también fueron la respuesta a nuestras preguntas. Llevamos muchas peticiones, nuestras y de muchos que nos pidieron que lleváramos su cruz ante María. En esta tierra bendita, nos sentimos esperados, recibidos y amados. Los testimonios de nuestros chicos y chicas tocaron los corazones; para muchos fue ver una historia ya vivida pero con otros ojos, con un corazón nuevo, capaz de amar; para otros fue la confirmación de que estaban en el camino justo. Para todos fue una forma de decir Gracias a Jesús que nos salvó a través de la Comunidad.
Las celebraciones Eucarísticas nos hicieron abrir el corazón al Amor de Dios; fuimos invitados y guiados a buscar el encuentro con Jesús, que es lo que nos cambia la vida. La Adoración del sábado a la noche en “Campo de la Vida” fue grande, vivida por todos juntos en un clima de alegría y a la vez de profundo recogimiento.
El bien que recibimos en esta peregrinación fue tanto que nada, ni contratiempos, ni cansancio, ni alguna prueba, nos entristecieron ni nos quitaron la paz. Padres y amigos llegados de diversos lugares, en seguida nos sentimos amigos, cercanos. Es verdad que la fe nos cambia y nos hace caminar a todos juntos hacia una única meta que es Jesucristo.
¡Gracias, Señor, por el regalo de la fe, de la Iglesia y de la Comunidad!
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