Recibidas por el amor maternal de la Virgen de Loreto y hospedadas en el bellísimo contexto del centro juvenil “Juan Pablo II, cercano a nuestra fraternidad, se desarrolló el Retiro Anual de las Misioneras “Siervas por Amor” en la semana del 12 al 18 de abril. Se reunió un centenar de muchachas y hermanas consagradas “Misioneras de la Resurrección” llegadas de todas las fraternidades de Europa.
En el silencio, en el compartir de los grupos y en la adoración personal y comunitaria tuvimos la posibilidad de examinar más seria y profundamente nuestras vivencias interiores y nuestra vocación cristiana.
Estos días intensos nos permitieron comprender plenamente el significado de las palabras simples pero directas de Madre Elvira y la voz de la Iglesia en la entrega del decreto de reconocimiento como Asociación Internacional de Fieles, sucedido en Roma en el pasado octubre, palabras que iluminan nuestro camino.
Luego tuvimos la sorpresa y la alegría de vivir una jornada como peregrinos en Asís: visitar los lugares santos donde San Francisco y Santa Clara testimoniaron con sus vidas el coraje de la fe con sus elecciones radicales de pobreza, simplicidad y verdad, nos hizo ver que la vida puede cambiar del todo y que si le abrimos nuestro corazón a Dios y “reconstruimos nuestra casa que está en ruinas”, todo, dentro y alrededor nuestro se transforma.
La gracia que sobreabundó sobre nosotras despierta el deseo de retribuir todo lo que recibimos en la gratuidad de nuestro servicio, a la luz de las palabras simples y fuertes de Madre Elvira: “Amar, amar, amar…y servir.”
En estos días Nuestra Señora de la Divina Providencia se preocupó por nosotras y no nos faltó nada: ni delicias en la mesa ni el servicio atento de los hermanos de la fraternidad de Loreto. La Providencia mayor fue posteriormente los testimonios fuertes y ricos de amor a la Iglesia, a Dios y a la vida hechos por las Hermanas Clarisas del Convento de Clausura, felices de abrirnos el portón y encontrarnos. También testimoniaron los hermanos franciscanos presentes en los santuarios que visitamos, que junto con la Celebración Eucarística de clausura en el Santuario de Loreto dejaron en esta semana de retiro un momento particular de “Gracia” que quedará personalmente dentro de cada una.
Agradecemos de todo corazón a la “posada” Cenacolo por habernos acogido y amado totalmente desinteresadamente y por habernos permitido saborear una vez más el gusto profundo de la Palabra de Jesús: “¡Gratuitamente recibiste, gratuitamente darás!”
Album Fotográfico...
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