Queridísimos amigos y padres de todas partes del mundo:
Desde la nieve y el hielo italiano, nos acercamos para contarles cómo fue el cumpleaños de Madre Elvira. Luego de intensos días de preparación, alegría, oración, trabajo incansable de nuestros chicos y chicas. . . ¡fue una bellísima fiesta!
El sábado veintitrés de enero nos encontramos todos en Fossano. A la mañana habíamos practicado los “gestos” para recibir a Madre Elvira con flores hechas por las chicas, cantos y bailes.
La Madre arribó como corresponde, bailando y corriendo, asombrada de cuánta gente había y de la alegría que se respiraba. Nos dijo que todo lo que habíamos preparado no era sólo para ella, sino también para nosotros y para la vida, que el amor nos incomoda y nos hace dormir poco pero que a través de esos sacrificios ponemos nuestra vida a servir.
Por la mañana fue la Santa Misa, con el Evangelio del Buen Samaritano. Padre Stefano, relacionándolo con la entrega del decreto en Roma, nos volvió a decir qué gran don es para nosotros Madre Elvira y la Comunidad, porque ella se inclinó sobre nosotros, nos tomó entre los brazos y curó nuestras heridas. Nosotros éramos ese hombre que bajaba de Jericó, que se alejaba de Jerusalén y lo que nos sucedió es que caímos en manos de los bandidos, del mal, de las seducciones del mundo. Sin embargo, el “Buen Samaritano” se acercó a nosotros y nos curó las heridas con aceite y vino. . . ( aceite y vino, que justamente son productos que se hacen en la Comunidad: el aceite en Bari y el vino en Pagno) Luego lo llevó a un lugar para que se hicieran cargo de todo: la fraternidad donde nos cuidan cuando llegamos. La Santa Misa finalizó con la bendición impartida con la última “cenacolina”, nacida el nueve de enero, la pequeña Gloria, hija de María Gracia y Gabrielle.
El almuerzo ya estaba listo gracias a los amigos y a los padres que habían cocinado para nosotros . . . ¡polenta con salchicha!
A la tarde rezamos el Rosario todos juntos, las hermanas y algunas chicas cantaron las Letanías de los Santos en estilo africano.
Madre Elvira nos habló del Amor y de cómo se está bien en el amor, después dijo muchas veces “ta – ta – ta”, pero con la libertad extraordinaria de quien acepta su vida tal como es. El pequeño Emanuel, corrió para abrazarla y ella dijo: “¡Miren este niño, se dio cuenta de que estaba en una situación embarazosa porque me faltaban las palabras y él vino a consolarme!”
Más tarde hubo cantos y bailes, enlazados unos con otros, que se referían a la entrega del decreto en Roma. Estaban presentes todos en estas escenas: los chicos, las chicas, los niños, las parejas, los sacerdotes, la oficina. Al terminar la jornada, el baile de las hermanas, un Rosario misionero de cuentas gigantes, ¡y la super torta preparada por los amigos de la Comunitá que podíamos servirnos a voluntad! Hasta la torta recordaba los momentos “romanos”: representaba la Iglesia con algunas fotos de la capital que se podían comer…
¡Todos regresamos a casa con mucha alegría y agradecimiento en el corazón!
Lunes 25. Fiesta de la Conversión de San Pablo. Fue la jornada de los muchachos con la entrega de los regalos. P. Stefano agradeció a Madre Elvira por su “sí”, el que nos salvó la vida, un “sí” concreto, que al entrar en la Comunidad podíamos tocar y que nos hizo quedarnos porque creímos más en la vida que en las palabras. Luego les pidió a todos los jóvenes que rezaran con las manos extendidas sobre M. Elvira: ¡estaban todos conmovidos y lloraban! ¡El amor hace vibrar los corazones, aún los más duros y resistentes!
Miércoles 27. Fue la jornada de las chicas. Por la mañana Padre Ivan celebró la Santa Misa y fue muy fuerte: recordaba la vida de la Comunidad, del por qué cambiamos, del por qué nos quedamos, por qué renacimos. GRACIAS a que alguien dijo “sí” pudimos ver con nuestros propios ojos lo que es el amor, lo tocamos con la mano, lo sufrimos.
Este año para el cumpleaños se hizo la “lotería” de los Santos: cada fraternidad recibió el cuadro de un Santo, hecho por nuestros muchachos de Saluzzo y que por un año entero será el protector de la fraternidad; para el próximo cumpleaños de Madre Elvira se devolverán los Santos a Italia y se repetirá el sorteo. . . . los de las Misiones vendrán más adelante.
Sábado 30 de enero, también los padres prepararon algo para festejar el cumpleaños de Madre Elvira. Algunos grupos hicieron espectáculos serios para reflexionar; otros, en cambio, escenas cómicas o chistes. Finalmente Madre Elvira les agradeció por tener tantas ganas de hacer fiesta a la vida.
Muchos días, mucha gratitud a Dios y mucha “carga” para creer y experimentar que la vida es un don y que si la entregamos se convierte en alegría y esperanza para nosotros y para todos. ¡Gracias!!
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