Fue un hermoso regalo de Pascua para todas las chicas de la Comunidad: encontrarnos para la Fiesta del Ángel, el que dio el anuncio de la Resurrección a las mujeres, que habían ido al sepulcro para ungir un muerto y descubrieron al Resucitado. La jornada comenzó con una profunda catequesis sobre la mujer, en al cual Madre Elvira ha recordado con ejemplos muy prácticos y concretos, qué importante es que la mujer se reencuentre a sí misma en todas las realidades de su vida: “Mujer has sido regenerada por Jesucristo Resucitado y vivo en medio nuestro, mujer ten coraje, corre sin miedo al encuentro de tu Señor y Salvador”. La Santa Misa fue vivida como una explosión de alegría ya que algunas hermanas recibieron el hábito y la cruz ¡ signo de los primeros pasos en el camino de Consagración! Amistad, alegría y amor fraterno animaron una jornada en la cual nos sentimos verdaderamente hermanas, felices de formar parte de esta maravillosa familia de resucitados que es la Comunidad Cenacolo. También nosotras, al terminar este día, podemos decir como María Magdalena: “¡He visto al Resucitado!”.
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