BENEDICTO XVI
AUDIENCIA GENERAL
Miércoles 18 de febrero de 2009 Queridos hermanos y hermanas:
San Beda el Venerable, uno de los eruditos más insignes de la alta Edad Media, nació hacia el año seiscientos setenta en la región inglesa de Northumbria. A los siete años, sus parientes lo confiaron al Abad de un monasterio benedictino cercano, para su educación. Tras una vida de estudio, escritura y docencia, murió en mayo del año setecientos treinta y cinco. A su reflexión teológica, basada en la Sagrada Escritura comentada a la luz de Cristo y de la Iglesia, unió el interés por la historia, componiendo varias obras en este campo que le merecieron el reconocimiento de padre de la historiografía inglesa. Cultivó también la teología litúrgica y son bien conocidos sus comentarios a los evangelios dominicales y festivos, con los que invita a los fieles a celebrar gozosamente los misterios de la fe y a ser coherentes con ellos en la propia vida. Con este modo de hacer teología, entrelazando biblia, liturgia e historia, san Beda dejó un mensaje actual para los distintos miembros de la Iglesia y con su producción literaria contribuyó eficazmente a la construcción de una Europa cristiana.
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Saludo con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular los miembros de la Comisión Promotora del monumento en Sevilla al Papa Juan Pablo II y a los componentes de la Fundación “Padre Leonardo Castillo”, de esa misma ciudad, acompañados por el Señor Cardenal Carlos Amigo Vallejo; a los Seminaristas y fieles de la Diócesis de Cartagena, con su Obispo, Monseñor Juan Antonio Reig Plá, así como a los demás grupos venidos de España, Chile, México y otros países de Latinoamérica. Que la palabra y el ejemplo de san Beda el Venerable os ayuden en vuestra vida cristiana. Muchas gracias.
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