"Que se despierte la esperanza, a fuerza de ver ojos esperanzados".
El sábado 5 de diciembre vivimos la fiesta del cuarto aniversario en la Fraternidad Nuestra Señora de Luján, Comunidad Cenacolo en Argentina. Todo el esfuerzo y el sacrificio de los chicos se vio coronado por la impecable organización y las muchísimas personas que llegaron a celebrar la vida, a pesar de la lluvia.
El mismo sábado 5, por una concesión especial de nuestro Obispo, Monseñor Oscar Sarlinga, se celebró la Santa Misa de la Inmaculada Concepción de María. Junto a Mons. Sarlinga, estaba el Obispo de San Nicolás, Santuario Mariano muy amado por los argentinos, Monseñor, Héctor Cardelli, gran amigo de la Comunidad. Concelebraron el P. Stefano, llegado desde Saluzzo, y 19 sacerdotes amigos de la Fraternidad.
En la Misa, Monseñor Oscar Sarlinga bendijo la capilla nueva y la dedicó a la Virgen María, Esposa del Espíritu Santo. Fue muy emocionante cuando dijo a los presentes que estos jóvenes que habían vivido y hecho vivir la cruz, ahora tienen la esperanza que brilla en sus ojos y hace que despierte en otros jóvenes al ver esos ojos esperanzados, como se despierta la fe al escuchar la predicación de la fe.
Luego de la Misa, el P. Stefano leyó el saludo de Madre Elvira y recordó con cariño cuán grande había sido la Providencia de Dios en estos cuatro años que hoy nos trajo a bendecir tan hermosa capilla y recibir a los jóvenes que llegan desesperados en una casa confortable.
El almuerzo fue un asado y a las 15 volvimos a la capilla para la Adoración Eucarística guiada por el P. Stefano. Momento central de la fiesta, de mucha verdad, muchas lágrimas y agradecimiento por la vida recobrada. También rezamos el Santo Rosario ya en el galpón. Por la noche los chicos habían preparado un recital maravilloso: Pater Noster con muy buenos bailes, excelentes efectos especiales y vestuario. Actuaron no sólo los jóvenes de la Comunidad sino que algunos niños amigos y vecinos le dieron un toque especial.
Había un clima de fiesta, de alegría, de amor y de fe, pero también de fatiga por el esfuerzo realizado, especialmente que todo el mes anterior había llovido y muchas veces se había tenido que suspender la prueba. La Virgen María estuvo una vez más junto a nosotros para que la fiesta sea un verdadero homenaje a Ella.
El domingo 6 el P. Stefano se reunió en la Fraternidad con los padres y familias de los chicos en camino. Los papás lo pudieron conocer y escuchar y también conocer un poco más el camino difícil pero verdadero de la Comunidad. Muchos estaban asombrados de la profundidad y sencillez de sus catequesis.
El lunes 7 hubo una Misa en la réplica de la Casa de Éfeso de la Virgen María, una maravilla arquitectónica que queda en San Isidro. Luego de la Misa el P. Stefano compartió el almuerzo y una catequesis con los amigos de la Comunidad.
El 8 de diciembre compartimos la Santa Misa en la capilla nueva de la Comunidad, al día siguiente fuimos a Luján, el Santuario de la Virgen Patrona de la Argentina. Muchos jóvenes que habían llegado por primera vez a la Argentina, no conocían.
Vivimos varios días de sentida oración, corridas, alegrías, y agradecemos mucho haber tenido el corazón de la Comunidad en este lugar distante de Saluzzo. Agradecemos también la presencia de varios consagrados de la Comunidad, entre ellos Eugenio y Michel ¡que se quedan por un tiempo en la Argentina!! ¡¡Gracias sor Elvira!
Homilía de Mons. Sarlinga...
Album Fotográfico...
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