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¡MI ALEGRÍA, CRISTO RESUCITÓ!

¡MI ALEGRÍA,  CRISTO RESUCITÓ! ¡SÍ, VERDADERAMENTE HA RESUCITADO, ALELUYA!

¡Resucitó! ¡Aleluya! ¡Y nosotros por cierto que no podíamos faltar a la fiesta de Su Resurrección que también es la nuestra! En efecto, el sábado a la noche, algunos chicos y chicas de la Comunidad nos encontramos en Envie para vivir juntos la Vigilia Pascual. Fue muy bello porque para nosotros hoy la Resurrección no es una bella fábula inventada sino una bellísima historia que tocamos todos los días.  Solo bastaba mirar alrededor y ver muchos jóvenes con las manos alzadas al cielo para rezar, las mismas manos que en otro tiempo robaban, pegaban y vendían la muerte; ver sus miradas limpias y luminosas, miradas que en otro tiempo solo miraban hacia el suelo por la vergüenza y  el miedo. ¡Hemos visto al Señor! ¡Ha pasado en nuestra historia y la hizo resurgir desde el momento en que lo buscamos y le abrimos la puerta de nuestro corazón!

Comenzó con bailes y los  cantos alrededor del fuego, con la bendición del cirio, símbolo de nuestra fe, luego seguimos la liturgia en la capilla. Durante la Santa Misa, celebrada por el Padre Stefano, recibieron el Sacramento del Santo Bautismo  algunos chicos y chicas, y también recibieron la Comunión y la Confirmación.
Era emocionante verlos profesar su ‘Credo’, recibir las vestiduras blancas bajo las que se entreveían algunos tatuajes, signo de un pasado sufrido, ver sus padrinos y madrinas emocionados que los acompañaban al altar con el brazo sobre el hombro. Los jóvenes  que entraron en los últimos meses  todos recibieron una bendición y un buen aplauso de ánimo, luego todos a comer dulce y beber café: muy esperados durante   la Cuaresma.
¡Agradecemos a Jesús Resucitado que cada día resucita y nos hace resucitar, y gracias a ti, Madre Elvira que nos lo hiciste encontrar! ¡¡Aleluya!!


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