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1997

Octubre 1997- Congreso “Solidarios con la Vida”
Respondiendo a una invitación del Santo Padre se realizó en Roma del 9 al 11 de octubre de 1997, el  congreso mundial sobre el problema de la droga: “Solidarios con la vida”, organizado por el Pontificio Consejo para la Pastoral Sanitaria. Estaban presentes cincuenta expertos del sector, provenientes de todas partes del mundo. También se le pidió la participación a nuestra Comunidad, con la invitación a  Sor Elvira, cuya intervención fue muy apreciada. “No se puede combatir la droga con la droga” dijo el Papa; “la cultura de la legalización es una cultura de muerte, en la que se considera sólo la higiene del cuerpo, y no la unidad de cuerpo y  espíritu.”
Al finalizar la audiencia papal saludó y bendijo a todos los participantes, entre los que estaba  Sor Elvira.

De las palabras de Sor Elvira
“Nuestro programa  para recibir a los jóvenes adictos y en general a los jóvenes  marginados se basa en la experiencia de vida y de vida  cristiana, católica. Cada persona es recibida no por lo que hizo sino por lo que es. El joven, antes que drogadicto es un hombre, una mujer, a la búsqueda de sí mismo y de motivaciones para vivir con dignidad, con respeto, con  coraje, con audacia, con alegría, con honestidad, en la totalidad de la verdad.
 Por eso nuestra propuesta se llama “Escuela de Vida” y su enseñanza se basa en  la Palabra de Dios, los Sacramentos, el Magisterio de la Iglesia y una profunda devoción a la Virgen María.
 El joven es acompañado y ayudado en un camino de fe, superando los obstáculos que siempre escondió y tapó con la droga o el alcohol. Esta confianza recuperada en un Dios Padre rico en Misericordia, hace nacer dentro de él la esperanza de un futuro y de un presente, no sólo de la espera de algo sino más bien del encuentro con Alguno que comunica la alegría de ayudar, de servir, de evangelizar, con un amor  gratuito y permanente (. . .)
 Queremos responderle al Santo Padre que invita a una nueva Evangelización basada en el anuncio de la Buena Noticia  que se encarna en lo cotidiano y  surge de la coherencia de quien lo anuncia.”

Del Discurso conclusivo del Santo Padre
Sábado 11 de octubre de 1997, el Papa habló a los expertos diciéndoles: “Combatamos el mal pero salvemos a las víctimas. La droga es síntoma de un vivir  mal, de una dificultad para encontrar  el propio lugar en la sociedad, de miedo al  porvenir en un mundo en el que faltan la esperanza y las propuestas humanas y espirituales vitales. Invito a los padres de los chicos drogadictos a no desesperarse más, a mantener siempre un diálogo, a prodigar su afecto y a favorecer el contacto de sus hijos con estructuras capaces de tomarlos a cargo.”
Después el Papa se acercó a uno por uno de los presentes en el congreso. Percibimos el fuerte afecto del Papa por Sor Elvira y la Comunidad Cenacolo en el saludo y la bendición que le dio a Sor Elvira.

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