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Villa Salvador

 Queridos todos:
          ¡Desde el arenoso y amado Perú  nos acercamos con mucha alegría para contarles  la novedad que cada día nos regala el Espíritu Santo, cuando nos damos  la oportunidad de donar la Vida y Amar nuestra Misión aquí!  Somos siervos inútiles, pero con mucha alegría en el corazón, especialmente cuando podemos dar felicidad a otros, vecinos de la casa, gente de la Parroquia, amigos, dando esperanza a quien es menos afortunado que nosotros porque no encontró la Fe en un Dios Vivo.
          Cada día es nuevo e impredecible aquí, desde la vecina  de casa  que tiene un tumor y ayudamos con la oración, la medicina y la medicación, llevándole la Eucaristía y la esperanza a ella y a su familia, hasta las Celebración de la Palabra en la Iglesia porque no hay Padre, hasta el Rosario de los martes con todo “el pueblo de Villa el  Salvador” que son pocos pero fidelísimos, hasta  atender a muchos que tocan el timbre pidiendo aunque sea una sonrisa, nos dimos cuenta que la oración es la medicina más eficaz, y si nosotros creemos también  la gente se da cuenta.
La Adoración de las hermanas entre las tres y las cuatro de la tarde es una gran bendición para todos: ya sea la cocinera, la vecina, a veces hasta el psicólogo y la asistente social vienen a rezar con nosotros. La Divina Misericordia nos envuelve a todos, desde las hermanas a las tías y hasta los que arriban de casualidad, es un momento de gracia ¡especialmente en esta casa que estamos rodeados de mucha, mucha gente!
           El último que llegó es Alexis, de 10 meses, encontrado en la calle con un cartel  colgando del cuello: ¡Me llamo Alexis!  Ya hace un mes que está aquí, ahora está un poco mejor de salud, había comido mucho papel en la calle, tenía el estómago y el intestino lleno. Después  piojos  y sarna, poco a poco va cambiando el tono. . . es vivaracho, muy simpático, sonriente  con el que se le acerca   ¡¡con mucha necesidad de Amor!!!
           
Gracias por sus oraciones, estamos con ustedes cada día, unidos en el Amor y en el corazón, donde el Señor nos llame a ser “Los siervos inútiles”  ¡¡ sus brazos, sus ojos, sus manos para donar la vida a todos!!!
Gracias

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