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Proyectos realizados

El primer trabajo

Después de la limpieza general del terreno, que estaba abandonado desde hacía años, desarrollamos en estos años una serie de trabajos útiles para distribuir bien los espacios de la vida comunitaria y para llevar a cabo algunas actividades para el sostenimiento de la Comunidad misma.

Reparamos la casa cerca de la entrada para utilizarla como primera casa-familia : San Pedro, donde viven hoy una pareja de la Comunidad con 10 niños y está la huerta…

En las casas no había agua potable, y así cada mañana dos chicos debían caminar casi un kilómetro para ir hasta una fuente vecina y traerla en  recipientes.

A pesar de  que la gente del lugar nos aseguraba que era buenísima, a menudo fuimos víctimas de infecciones intestinales, a causa de la contaminación del agua. Sólo después de tres años de insistentes pedidos finalmente conseguimos tener la debida instalación de agua potable.

Después construimos un pequeño establo para la crianza de algunas vacas, cerdos y gallinas.

 

El nacimiento de los talleres

 Al aumentar el número de niños, nació la necesidad de construir una carpintería y un taller, útiles para enseñar un trabajo a los adolescentes más grandes y para la construcción de todo lo que se necesita  en la misión.

Logramos hacer  los ladrillos, gracias a una  amiga, la  señora Fina,  que  nos prestó una prensa hidráulica con la que logramos  una gran provisión de ladrillos hechos por nosotros con barro y estiércol de caballo, como se usa aquí, que nos sirvieron también para la construcción de otra casa-familia : San Antonio.

Los lindos pinos del bosque también fueron providencia: a alguno lo transformamos en vigas para la construcción de los techos, visto que con las entradas que teníamos apenas conseguíamos pagar los gastos de la casa y comprar el mínimo de material para poder trabajar.

Todos, grandes y pequeños, pusieron su esfuerzo en el trabajo, y así hoy hay una hermosísima construcción espaciosa reservada a la carpintería, al taller de herrería, y  un gran depósito.

  

El milagro de la escuela

Pero la sorpresa más linda fue la «Providencia» de la escuela.  Al poco tiempo de comenzar en los ratos libres a dar alguna lección de alfabetización a los niños más necesitados, cuando inesperadamente llegó una donación de parte de la Secretaría de Educación para la construcción de una escuela. Fue un gran asombro y una emoción para todos, sobretodo para los niños que cotidianamente ponían esta intención en el Rosario. Hoy la escuela está terminada, con algunas clases que funcionan regularmente como escuela : Colegio Santa Teresa del Niño Jesús, gracias al apoyo de algunos maestros externos.

 

La Capilla

Todavía no estaban terminados los trabajos de la escuela cuando, de improviso, otra sorpresa: nuestra capillita ya era pequeña, y así comenzamos a rezar por una futura capilla más grande.

Un domingo, se presentó una familia, nunca vista antes, que después del regular recorrido de recepción para conocer la Comunidad, nos propone sensibilizar a un grupo de amigos suyos para financiar y construir una nueva  capilla más grande . ¡Dicho y hecho! La capilla hoy es: hermosa, luminosa, espaciosa, en medio de la naturaleza, y sobretodo, fue el medio para convocar muchos nuevos amigos en la obra del Cenacolo.

 

                                               Proyectos en Construcción

La cocina y el nuevo comedor

Ahora el proyecto que confiamos a la Providencia y a la generosidad de ustedes es la construcción de la cocina central con un gran refectorio al lado y cuartos de baño.

La cocina actualmente en uso es pequeña e insuficiente para la preparación de la comida de los niños y de los misioneros .  Un refectorio grande,  para varios usos,  útil para todos los momentos de “familia” que se viven  como  fiestas de  cumpleaños, encuentros con los amigos y familiares, para ver juntos algún buen partido de fútbol o alguna película instructiva…

 Además, la misión es frecuentemente  visitada por grupos que vienen a participar de momentos de testimonios  y después se quedan a compartir la comida.

Se determinó la zona para el nuevo edificio al lado de la Casa central San José, donde ya hay un espacio (foto) con una base de cemento sobre los que se pueden apoyar los cimientos de la nueva construcción.

Algunos amigos arquitectos ya hicieron el proyecto  (mira el dibujo al costado)… que ahora espera su curso. El costo orientativo calculado para terminar el trabajo (incluyendo material y mano de obra)  sería de  ….. euros.

Estaremos felices de poder comenzar los trabajos cuanto antes, ya que en noviembre de 2009 habrá una gran fiesta en ocasión de los 10 años del nacimiento de la misión, en la que participarán muchas personas provenientes también de los Estados Unidos y de Europa, y sería bueno tener  la obra  terminada para la ocasión.

Nosotros estamos y creemos… si Dios quiere, como dicen aquí, ¡todo es posible!

 

La mano de la providencia

Lo que se construyó en estos años es testimonio de que la Virgen de Guadalupe, que desde el primer día nos esperaba en la entrada de la casa, no sólo se preocupó por nuestras necesidades materiales, sino sobretodo de nuestra necesidad de encontrar a Dios.

Hoy en el «Cenáculo de Guadalupe», además de jóvenes misioneros laicos llamados tíos y tías, y algunas familias y algunas hermanas consagradas de la Comunidad Cenacolo, conviven cerca de cuarenta niños divididos en cuatro casas-familia… ¡su vida que vuelve a sonreír junto a la nuestra es el verdadero gran milagro!

Gracias de corazón… , hoy tú te haces providencia, para que otros niños puedan volver a sonreír.

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